Después desayunar a la misma hora de siempre y partir al desierto en donde podremos disfrutar de unos de los más curiosos baños que existen en el mundo, en el Mar Muerto podremos relajarnos del estrés de la semana dejándonos flotar en sus calientes aguas, o disfrutar del lodo de su fondo, que tiene propiedades estéticas y rejuvenecedoras. Es muy importante cumplir todas las normas de baño debido a que su salinidad es tan alta y si te salpicara un poco podrías quedarte hasta ciego, así que con cuidado siempre podremos disfrutar de este paraje tan insólito.
Después del baño se puede visitar la tienda en la que vende todos los productos estéticos que son fabricados con el lodo del fondo y con todas las sales, estos productos tienen fama mundial.
Antes de volver al hotel se pueden visitar algún monasterio de los muchos que están escavados en las rocas del desierto, ya que es un desierto de rocas y no de arena, como el Monasterio de San Jorge de Coziba o el de San Sabas.
Después de este largo y caluroso día por el desierto estaríamo de vuelta en el hotel para ducharnos y cenar, asi pasaríamos nuestra última noche en Tiberiades. Al ser la ultima noche allí, se podría hacer una visita por la noche por las calles de la ciudad.
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